miércoles, 13 de febrero de 2013

LAS DANZAS "DE CASTAÑUELA"


Las gentes de la Tierra de Campos distinguían bien el baile (baile de diversión para el lucimiento personal) de la danza (de carácter ritual y masculina) y dentro de estas últimas hablaban de danzas de palos (los lazos de paloteo) o de "la danza" propiamente dicha para referirse a las "danzas de castañuela" de los danzantes. Los danzantes tenían como primera obligación el aprendizaje de los toques de castañuela y la danza mucho antes de ponerse a ejecutar los paloteos. Las castañuelas siempre, en estas tierras, fueron exclusividad masculina y las denominaciones de este instrumento idiófono son algo confusas. En Ampudia, por ejemplo se habla de "pitos" para referirse a instrumentos acabado en punta y de cierto tamaño (más de 10 cm) mientras que en otras localidades los "pitos" son minúsculas castañuelas percutidas en el dedo pulgar. Por el contrario, "las castañuelas" era algo más pequeñas y redondeadas en sus formas y muy distintas al modelo andaluz o flamenco tan ampliamente extendido por los grupos de danzas, lejos de la tradición más genuina. Eran piezas de maderas sonoras (en estas latitudes generalmente de encina) profusamente labradas a navaja, a veces incluyendo pequeñas leyendas, el nombre de los dueños o policromías. Los pastores fueron verdaderos artistas en la talla pastoril y de sus manos salieron castañuelas, pitos, cucharas, ruecas, muñecos....en muchos casos regalos de agradecimiento para el amo o encargos. Tanto los pitos como las castañuelas se colocaban anudadas con cintas de colores entre los dedos anular y corazón. Las castañuelas recibían también el sonoro nombre de "tarrañuelas" que en Ampudia asociamos al pago de la Virgen o de Las Tarrañuelas (quién sabe si vinculado al antiguo recorrido de los danzantes camino del Santuario de Alconada). Posteriormente, ya en la segunda mitad del siglo XX, los danzantes sustituyen las castañuelas por un palo entre las manos o una cachaba (estos elementos eran reservados, generalmente, para el que dirigía la danza, el galleta o botarga, que en el caso ampudiano asía una vara con cerdas de caballo). Desgraciadamente el toque de castañuelas y pitos se perdió para siempre en Ampudia aunque todavía se conserva con fuerza en localidades cercanas como es el caso de Castromocho, donde los danzantes de la Reina de los Ángeles se acompañan exclusivamente con estos artísticos instrumentos. En la foto superior ricos "pitos" ampudianos decorados con motivos locales (la Colegiata de San Miguel y el Castillo) propiedad de Carmen García (labradas por su padre). En la foto inferior "pitos" y "castañuelas" de la danza de Castromocho propiedad de la familia Enríquez.