martes, 25 de octubre de 2011

LA ENTRADA DEL MORO

La provincia de Palencia ha conservado hasta hace pocas décadas pequeñas obras o autos teatrales que eran ejecutados por las cuadrillas de danzantes en algún momento determinado del calendario festivo. Así, hay referencias de la representación teatral del David y Goliat, también de La Entrada del Moro, en Dueñas o de la Entrada de Napoléon en Autilla del Pino (esta última, felizmente recuperada desde hace pocos años). En Ampudia, se representaron desde antiguo, pequeñas obrillas teatrales, generalmente de 9 personajes (los ocho danzantes y el birria, que en Ampudia recibe el nombre de "galleta"). De todas las que se pudieron representar sólo nos ha quedado constancia de La Entrada del Moro, que se ofrecía el día 23 de mayo, día de la aparición de Santiago Apóstol. Representada hasta mediados de los años 60 del siglo XX, los papeles se repartían entre los moros y cristianos, el ángel y Santiago Apóstol y "el galleta" como representación del mal. Este tipo de representaciones de moros y cristianos son especialmente abundantes en toda España, principalmente en el Levante español (como es el caso de El Entramoro de Tuéjar, en Valencia), que ha dado lugar a las conocidas fiestas de Moros y Cristianos. Pero también aparecen en las aldeas gallegas (muy vinculadas a las fiestas de Corpus) y en la Tierra de Campos (comarca que pese a su despoblación ha mantenido hasta hace muy poco un gran número de manifestaciones folklóricas). Así se representó ligado a la danza de palos La Entrada del Moro en el pueblo terracampino de Ceinos (en la provincia de Valladolid) hasta los años 80. En este caso, la representación contaba con unas danzas en las que los palos se sustituían por espadas de madera (como en las Danzas de Moros y Cristianos de la valenciana Requena). También el pueblo terracampino de Cuenca de Campos conservó la Entrada del Moro, con danzantes vestidos de moros y cristianos, con Santiago Apóstol y adoración a la Santa Cruz. Desgraciadamente, la representación ampudiana, hace décadas que desapareció de la memoria colectiva, no así los textos que se conservan esperando tiempos mejores para su puesta en escena. En la foto superior, el cuadro escénico de La Entrada del Moro, en Ampudia, hacia 1965, en sus últimas representaciones. En la foto inferior, la lucha con espadas de madera en La Entrada del Moro en Ceinos de Campos (Valladolid), con las figuras del Ángel y el Birria, vestido de colores (foto Fundación Joaquín Díaz).